Al cortejar los hechizos de hadas
En la postiza luz de los espejos
Ven sus magros servicios y reflejos
Como grandiosas magias agotadas
Por el camino de las madrugadas
En ocasiones quedarán perplejos
Pisoteando las sombras sin complejos
Sobre las playas tibias y mojadas
Indagan laberintos de si mismos
Y al percibir el propio desenfreno
Sospechan de sus viejas añoranzas
Sorteando de un tranco esos abismos
Les quedarán recuerdos sin estreno
En un antiguo bosque de esperanzas
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