LA CAUTIVA
«Los tigres son prisioneros de la sombra de sus rayas»
VICTOR HUGO
De aquella era – de luz y llamarada –
y de tu paso de linda adolescente
sólo me queda el rostro permanente
de tu niñez apenas despejada.
De estos otros encuentros, señalada
su condición menguante, tristemente,
sólo recobro una imagen persistente
en medio de la bruma y alborada.
Te asedio y te fatigo con palabras
procurando lograr limar las rejas
y las sombras que opacan tu alegría.
Se fue la luz y no hay «abracadabras»;
te ofrezco desatar esas madejas
y ver un anticipo de Utopía.
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