Cuerpos legislativos y cuestiones de privilegio

Si tuviera que despojarme: perder la calidad de abogado, declinar la condición de padre,o de esposo, o cualquier otra, me quedaría – todavía – la de ex-diputado por el pueblo de la provincia.
En esa calidad, o la de secretario del cuerpo, he sido varias veces injuriado (junto a los demás), por desopilantes declaraciones: “Billetera mata galán”, por ejemplo. Afirmación provocada cuando los demás votaron diferente al denunciante; esas votaciones – con las que  obviamente disentía -, sin otro elemento de juicio,  pareciera que únicamente fueran explicables mediante su compra. Una suerte de fanatismo manda creer a estos especímenes  que sólamente la opinión de ellos es fruto de convicciones. Quien se pronuncie contra “su opinión” es un delincuente.
Así  no es posible ningún debate. Por supuesto tampoco habrá nunca votación que soporte ninguna crítica.
Distinto es el actuar de los grandes: Alfonsín nunca imputó delitos a sus contrincantes políticos. Le colgó el mote de “Capanga de la miseria” a Menem y de “Llorón y Mantequita” a Ubaldini, pero – seguramente ante la imposibilidad de probar una conducta penal – siempre se abstuvo de imputar conductas delictuosas improbables. Y eso es lo que corresponde.
Lo contrario pone ineludiblemente a la Política en la indigencia; haciéndole el favor a los intolerantes y a los ignorantes. Dejándoles el campo orégano a los poderosos de la tierra; que no necesitan de la política. Mas bien necesitan poner de rodillas a la política. Y no hay mejor procedimiento para ello que desprestigiarla.
Hay que tener presente que la gente común, el pueblo decíamos antes, cuenta para luchar contra el poder del dinero de los poderosos,  sólo con la herramienta de los partidos y la política.  Los partidos son sus intermediarios, aunque sean mediocres e insuficientes, son su única vía de representación.
Salvando las distancias de jerarquía y formación obvias, la “anécdota” terrible que menciono al comienzo, también es lo que cultiva – como método – Elisa Carrió. Lleva agua para su molino siempre, pero invariablemente  deja turbias las aguas que utiliza; eso si,  sus denuncias siempre quedan abandonadas en la eterna incertidumbre.

La falsa imputación a un solo legislador es punible, también ocurrida poco antes, debido a que no hubo ni el amague de acreditarla. Pero la imputación colectiva al cuerpo, irrita de modo colectivo. Dejarla impune era dejar clavada una banderilla perenne en el lomo del hostigado toro de la legislatura; inoculándole el veneno de la invalidez moral a todos sus integrantes.
Acatamos la resolución tomada, porque las leyes del juego son esas. Pero no no es posible sin caer en la indignidad, admitir sin destacar la discapacidad de los que, con el argumento de amansar las aguas, prefieren relegar la investidura ostentada, funcionales a intereses menores.
La dignidad de la calidad de legislador, aunque los entresijos de las negociaciones y las justas electorales expliquen algunos decaimientos, no debería jamás permitirse la imputación falsa de votos comprados.
El cuerpo de legisladores jamás debe permitir injurias evidentes, mirando paa otro lado. Porque así, nunca más podrán mirar de frente a nadie. Solo la reparación podría curar tamaña lesión. A eso refería Irigoyen, cuando decía: “venimos a reparar la república”.
La “cuestión de privilegio” pertenece al cuerpo. Porque es el cuerpo el agraviado.


Publicado

en

por

Etiquetas:

Comentarios

Una respuesta a «Cuerpos legislativos y cuestiones de privilegio»

  1. Avatar de Marcela Constantini
    Marcela Constantini

    Quienes no necesitan de la política o necesitan ponerla de rodillas e intentan desprestigiarla, (utilizando tus palabras), no parecen estar en el camino de lograr lo que buscan, y entenderlo así sería menospreciar la capacidad de los demás. Te diría como me decía mi abuela, “tomalo como de quien viene”. Que la valoración de los que no merezcan la tuya no ocupe ningún sitio.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *