Vigía y reina de tu platería,
Eclipsaron tu imperio con cerrojos
Restringiendo la gracia de tus ojos
Obligando a ocultar tu poesía

Nada ya brilla sin tu compañía,
inmaculada plata que la suerte
coronó con el don de conocerte
añadiendo a tu risa mi alegría.


Publicado

en

por

Etiquetas:

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *